La Banca Chilena cayó en un 35% en un año. Es la peor caída después de la crisis de Lehman. El sistema bancario sumó utilidades netas de $ 971.523 millones (US$ 2.019 millones) en lo que va del año, cifra que, aunque imponente, representa una caída de 16,3 % en doce meses.
Así lo revela el análisis del área de estudios de BCI, que calculó en 35 % la caída en doce meses de las ganancias de la industria en el trimestre móvil que cerró en agosto. Aun más, el banco indicó que la banca anotó una rentabilidad sobre patrimonio de 10,6 % en agosto pasado, lo que la ubica en su peor momento desde la crisis de Lehman Brothers que estalló a fines de 2008 y que en los primeros meses de 2009 afectó los negocios de la banca.
“En algún momento mencionamos que podíamos llegar a ver un ROE bajo 15 % el 3T12. Con otro mes más como este nos ubicaríamos en torno al 10 %, el más bajo desde el primer trimestre de 2009 (resultado de la desaceleración de fines de 2008 y el shock financiero post Lehman Brothers), y bastante peor que el ajuste experimentado al cierre del cuarto trimestre de 2010, en que el cambio en la normativa de provisiones llevó a la banca a mostrar un ROE sistema de 14,4 %”, advirtió el banco.
BCI informó que uno de los principales factores que están golpeando los números de las instituciones financieras son los bajos registros de inflación en los últimos meses.
Aunque prevé que desde septiembre los índices “debieran comenzar a ver una mejora”. En efecto, se prevé un alza de 0,7 % para el IPC de septiembre, con lo cual el cuarto trimestre de 2012 permitiría a la banca recuperar parte del terreno perdido, bordeando una rentabilidad de 16 %.
Junto con la baja inflación, ha jugado en contra de los números de la banca, una fuerte apuesta de las entidades por provisionar recursos frente al posible deterioro de su cartera de créditos. Las provisiones netas a agosto llegaban a $ 278.576 millones (más de US$ 550 millones), sin detener el crecimiento de los últimos tres meses.
Esto paradojalmente, mientras la morosidad sigue disminuyendo. En agosto la cartera deteriorada (créditos que se prevé podrían dejar de ser pagados) como porcentaje del total de colocaciones del sistema llegó a 5,38 %, la más baja del año y casi un 35 % menos que lo que registrado a comienzos de 2012. Lo mismo ocurre con los créditos morosos a más de 90 días.
Santander está mostrándose como la entidad símbolo del deterioro de los resultados. Sus ganancias, dice BCI, están “en muy mal pie”, con spread en niveles “mínimos”, gastos de apoyo y provisiones “en niveles elevados” y una pérdida de share (posición de mercado) “galopante” (cayó 1,5 puntos porcentuales en pocos meses), alcanzando utilidades de $ 64.953 millones en agosto, cifra que es casi la mitad de lo que obtuvo hace seis meses.
Parte del desplome de Santander es el nivel de provisiones que está haciendo producto de un fuerte aumento en su morosidad. Esta última llegó a 2.95 % (a más de 90 días) y 7,20 % (la cartera deteriorada). Las cifras se comparan con el 2,28 % y 5,38 % de la industria.
Con ello la eficiencia de Santander ha caído sostenidamente, alcanzando el 37 % (costo como porcentaje de sus ingresos), aunque sigue mucho más baja que la industria (49 %).
El Banco de Chile, su rival de años, le saca ventajas considerables en esta materia. En el último trimestre móvil ganó $ 90.251 millones, un tercio más que el Santander, aunque también menos que en el mismo periodo del año pasado. Lo rescatable es que el banco de los Luksic mantuvo una de rentabilidad de 20 %, sin embargo pierde terreno en participación de mercado con 19,01 %.
En tanto, Corpbanca, que también vio caer fuertemente sus ganancias, logra sostener una posición de mercado histórica sobre 10 %.
El que saca cuentas alegres en medio de los lamentos de los bancos privados es BancoEstado, que pese a tener un bajo nivel de rentabilidad, presenta un sólido crecimiento de sus colocaciones de 3,7 % respecto del mes previo (el que más se expande) y de 4,1 % en créditos comerciales (líder por lejos), según Celfin.Bloomberg